Ese miedo no se puede volver a sentir. Recuerdo que mi primera película de ·terror· fue Jurassic Park (1993) y las pasé realmente canutas por el horror que me daba el imaginármelo, por lo tanto, fue la primera película que me causó y me metí dentro de ella. Pero desde el '79 Scott me dejó un regalo por navidad, un bicho comedor de astronautas humanos -¿todos?- que se movía más rápido que la luz y te despedazaba en un decir Ripley.
Va las pongo ya, pero que sepáis que no es Star Trek ni nada...